Y ya...
Sólo el amor es el que da valor a todas las cosas.
La paz es inalterable, imperturbable, perenne. Una vez se alcanza, los peldaños de su renuncia infinita comienzan a subirse sin volver la vista atrás.
La paz y el amor van de la mano, como otras tantas gracias inmateriales que nada ni nadie puede comprar. No reside en un lugar, en una persona, en un objeto o un instante. Va contigo a todas partes. Y ya...
Grecia, agosto 2022
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