2012; ¡GRACIAS!

El 2012 ha ido acompañado de palabras como recortes, necesidad, desahucios, suicidios, despido, paro... Palabras que han protagonizado titulares de prensa, tertulias, conversaciones... Palabras para que, la verdadera crisis de valores a la que se enfrenta el planeta, sacudiera las entrañas del ser humano e hiciera salir a la luz la auténtica verdad. Una verdad necesaria que grita lo realmente importante, pues no se aprende de las alegrías y los buenos momentos, ni es posible levantarse sin caer.
Una verdad que crea una nueva consciencia, y que nos lleva a contemplar una visión más global de la historia de la humanidad, donde en algún momento, se nos olvidó, quienes somos, y que por mucho que nos empeñemos en tener, en adquirir y en poseer, el secreto está en ser.

Yo, al 2012, sólo puedo darle las GRACIAS. Unas gracias infinitas que trazan la ruta de un camino sin retorno.

Un año en el que tomé decisiones que hoy se materializan, donde aposté y gané.
Donde dejé atrás sin querer y también queriendo.
Donde a base de mucha práctica alcancé el desapego, el desinterés y la incondicionalidad.
Donde atisbé el significado de la palabra LIBERTAD en su máximo esplendor.
Doce meses variopintos con semanas llenas de lecciones por aprender que acabé aprehendiendo. 
Donde mi alma me situó al borde de un abismo que acabé saltando sin miedo.

Al 2012 sólo puedo darle las gracias porque ante el se rinde un 2013 que éste cultivó segundo a segundo, y que hoy me regala sueños cumplidos y un mundo por recorrer.