"Burbujitas" - Cuento publicado en el libro "Señales mínimas" -
Elena tenía una gran fascinación por las burbujas, por esas pompas de jabón que, en ocasiones, oscilaban temerosas por el cielo, otras corrían a favor del viento y, alguna vez, llegaban a bailar ante ella.
Los colores de aquellas esferas transparentes llenas de brillo la ensimismaban, podía pasar horas y horas silbando en su pompero favorito...
Pero Elena, ante tanta belleza, sólo deseaba poder atrapar una de aquellas burbujas entre sus manos.
Lo intentó con todo su empeño una y otra vez durante meses...
No entendía que el agua y el jabón en unión a un leve soplo de sus labios, obraran aquel milagro que, sin embargo, se desvanecía con el leve roce de sus dedos. Deseaba con todas sus fuerzas que fueran suyas, sin darse cuenta que, sin su aliento, jamás el contenido del pompero llegaría convertirse en las etéreas formas redondeadas que tanto deseaba apresar y que, éstas, sin ella, no existirían.
Y lloró desconsolada al ver como una tras otra se rompían en sus vanos intentos con sólo acariciarlas, como otras se difuminaban en el cielo infinito y estallaban a lo lejos...
Hasta que un día, una joven que pasaba por allí le dijo:
-"Si secas tus lágrimas y abandonas la idea de aprisionarlas, lograrás no sólo disfrutar de la libertad y belleza de tus pompitas, si no que además, también tú, serás libre".
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